Huracán.

No hay páginas ni suficientemente grandes, ni suficientes en el mundo, para narrar el como, por que y el cuando de nuestras pequeñas cabezas.
Solíamos ver serpientes donde solo había malas hierbas. Una noche jugando a algo que solo consistía en dar besos en la tripa.
¿Recuerdas? Es así como tú, hermana. Te convertiste en mucho más que eso.
Daría lo que fuera para volver a saltar de aquella piedra inescalable. Por que esos perros digitales estuvieran pidiéndonos sacarles a pasear en la vida real, y por creer una vez más, que un movimiento de muñeca puede cambiar la dirección del tiempo.
Ni la propia J.K Rowling podría superarnos en imaginación. No había estrella de la muerte que nos detuviese, ni anillo de poder que nos conquistase.

Y esos fueron los mejores años de nuestras vidas. Vidas en las que la magia y la inocencia eran la base de todo nuestro al rededor.