29.7.14

(AK-)47

Si me fallas una vez, la culpa es tuya, si me fallas dos veces, la culpa es mía. Llevamos 47, y sigo esperando que algún día me demuestres que el amor no entiende de nada, ni siquiera de errores.
Ahora dime,
si me echas de menos, cuando el despertador suena y no hay nadie a tu lado, que te susurre "buenos días, estás precioso esta mañana"
Dime que hay de bueno en disfrutar por encima de, la ansiedad, el dolor y el miedo, de alguien a quien hace dos días le decías, que estarías dispuesto a volcar el mundo, con tal de verle en tu cama por la mañana.
Dime si no te duele recordarnos, con todos esos planes, las locuras, los "joder, no puedo dormir si no estás aquí"
Ese futuro que labramos con nada más que esperanza, con sueños, y que parecíamos tener como única meta, que se ha transformado en espejismo.
Y que tontos hemos sido
Si tu culpa es mía, es tan solo porque pensé que jamás ocurrirías, de esta forma.
Mírame a los ojos y vuelve a decirme que me quieres, dime que no puedes vivir sin mi y que he sido lo mejor que ha llegado a tu vida
Esta vez prometo reírme, que a graciosillo y chistes malos no te gana nadie.
Menudo chiste cada una de tus palabras
Que ingenuo el corazón, y que masoquista
Y a pesar de todo habría renunciado a él, para volver a verte una vez más, y que me hicieras daño.
Dale tus caricias a quien tenga la espalda de esparto, y no note tus garras
Regálale tus largas, a quien tenga amnesia y una vida que desperdiciar
Respira en bocas que no te devuelvan el aliento, ni la sonrisa ni las gracias, que esas son las que te dicen te quiero en alto, y adiós flojito, para que no te enteres de cuando se han ido
Que yo te seguiré esperando (desde el más profundo desprecio), a que regreses con las esperanzas rotas y el corazón en un puño, para decirte "jaque mate", y que en esta vida como sigas pisando así, no vas a dejar ni huella.
Cuando vuelvas, trae también el mío, que en ningún momento le puse tu nombre.
En alguna parte de mí espero que jamás vuelvas a encontrarme, que te quedes con las ganas de saber lo que habría pasado, he intentes buscarlo con las mismas fuerzas con las que te buscaba yo, y tu mientras escondido, con la mentira en tus ojos y los labios cargados de excusas.
Te llevé al Edén, para pudiésemos estar solos, juntos (y con la esperanza de seguir enamorados) sin saber que te escaparías a observar las flores de cualquier otro jardín, en lugar de quedarte en el mío para arreglar el desastre que habías causado.
Pero no te equivoques, que no echo de menos tus golpes, ni tus puñales y jarros de agua fría.
Tranquilo, que tengo un callo en el corazón, que ya no le deja latir por nadie.

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