Pequeño, valiente y solitario.

Apreciar unas bastas líneas nunca fue tarea facil. No siempre se es invencible, no siempre se puede coger una escoba y echar a volar. No siempre se es un crío.
Recuerdo perfectamente cada hechizo que formulé a mi infancia, y recuerdo, que tu siempre estabas ahí.
No nos importaba que hiciera frío, siempre tuvimos una hoguera en esa pequeña y gran mochila. Las noches no eran un problema para nosotros, pues poseíamos una capa que nos hacía invisibles.
¿Serpientes? ¿Dragones? Eso no era nada comparado con lo que teníamos que luchar, día a día, para mantener nuestro reino intacto. Para que las plantas mágicas de la resurrección no muriesen.
Y es irónico, que en esa época nada nos hiciera falta, y ahora ojalá tuviera esas dichosas plantas.
No morirá esa época si depende de mi. No dejaré que ningún villano invada el castillo.
Y aunque todo esto sean metáforas, ya sabes a lo que me refiero.