7.8.12

Decimoctavo

El simple movimiento de colocar mi brazo sobre tu cuello. Es duro no conseguir esa foto que tanto tiempo llevamos buscando.
No quiero, ni quieres otra historia repetitiva en la que la monotonía irrumpe sin avisar.  Todo se vuelve tan blanco y negro que es difícil diferenciar las sombras de las siluetas. Es eso lo que acaba por quemar la cinta de la película.
Siempre busco la decimoctava butaca de la novena fila cuando voy al cine. Esperando encontrarte ahí. Esperando algo que ni si quiera quieres que llegue. 
No te prometo cenas en lo alto de la torre Eiffel ni escapadas al sur de Gran Canaria. 
Son historias para no llorar. Libros que todavía no se han escrito, y, finales que no acaban con perdices ni trágicos accidentes.
Lo que quiero, pequeña, es subirte a lo más alto. Viajar a un lugar que no exista sin salir de la ciudad.
Esa despedida que jamás consentiré que llegue.

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