12.8.12

Nunca fue fácil. No lo és. Para ninguno de los dos.
Aunque sirvieran esas dos simples palabras, siguen siendo ocho letras difíciles de articular.
Las gastamos demasiado, y, cuando de verdad pesan. No conocemos su auténtico significado.
Podría pasar todas las noches de este mes en vela. Intentando adaptar un texto que sea lo suficiente bueno para ti, o para ambos.
Siempre temí que esto ocurriera, que ninguno de los dos pudiera explicarlo, por que el otro entendería otra cosa distinta.
Y esto es así, somos los de siempre, y yo ya nos cuento como la misma persona.

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