15.12.12

Margot.

Es llegar a lo más alto, sin miedo a caerte. Es ese colchón salvavidas que amortigua tu caída, y esa enfermera te cura mientras canta una nana.
De fiesta en fiesta, impredecible, como las tormentas de Agosto. Y tan potente como un terremoto.
Es difícil crear un lugar donde el dolor se apague con un simple juego de palabras, es difícil crear un lugar, en general. Y nosotros, pequeña compañera. Hemos creado un país entero.
A estas alturas, ya da igual que seamos gatos, que gritemos o que veamos el atardecer desde el sitio más elevado de la cuidad. Lo único que importa, es que haga lo que haga. Siempre sea contigo.
Me has enseñado a como hacer que una herida deje de sangrar. A coser la misma y hacer que cicatrice lo más rápido posible.
He perdido la cuenta de cuantas veces me has hecho pasar de llorar a reír como nunca lo he hecho. He perdido la cuenta, pero no el remitente de a quien debo agradecer que siga aquí. En pie.
Me equivoco, y tu rectificas por mi. Me pierdo, y tu eres mi brújula.
Algún día encontraré la forma de agradecerte todo lo que has hecho.
Más que un siempre.

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