4.5.14

Madre

Hoy, excepto para aquellas que sean (súper) madres, es un día cualquiera
Hoy alguien cogerá su coche por primera vez, hoy alguna se enterara de que en nueve meses será mamá, y hoy otros muchos le darán la bienvenida a alguien, ya sea hijo, o la persona que les ayudará a criarlo. Pero no vengo a hablar de eso. 
En cierto modo, no puedo no sentirme culpable por no estar al lado de mi progenitora tal día como lo es hoy. Pero esto no es una disculpa, si no un agradecimiento, a ella, y a todas, pero especialmente a ella. 
Porque hay que tener mucha, pero que mucha fuerza para llevar adelante a alguien como yo, sola. Hay que haber sido muy, pero que muy fuerte, para que tras dieciocho años, y muchos de ellos de meteduras de pata y malas decisiones, siga intentando llevarme por no el buen, si no el mejor camino. 
Y como diría ella, "hasta que no seas padre no sabrás lo que se siente y se hace por un hijo" y supongo que es por eso por lo que me sorprende tanto su fuerza de voluntad hacia mi. 
Y es que ella, si me lo permitís, ha sido madre, amiga, el arbusto del barranco al que agarrarse cuando vas a caer, y la mejor profesora particular que haya visto cualquier academia. Profesora de lengua y de la vida. La mejor madre del mundo, aunque sólo lo sea para mi. 
Mi madre, no ha luchado. Ha levantado cielo y tierra por mi. Y ha sido todo lo que humanamente se puede ser en vida. 
Por eso, no gracias, si no todo. Y como diría ella, hoy es el primer día del resto del resto de tu vida. Y si joder, porque va a serlo hoy, y mañana, y pasado, y el día que me levante y tenga 32 años y cien facturas que pagar, lo seguirá siendo. Porque así me lo enseño ella. No a saber levantarse si no a no (hacerse) caer (a uno mismo) 
Sin ella no estaría aquí, o puede que si, y en un lugar totalmente distinto. Y aún así, si la hubiese conocido pensaría lo que pienso ahora. 
Como le digo a mi mejor amiga, ya que ningún capullo te regala flores, te las regalo yo. Pero tanto a ella como a mi, se que este texto le parecerá mejor que cualquier rosa, regalo, colgante y diamante. Y mi diamante es ella. 
Ella es mi madre, y feliz día de esta. 
Estoy seguro de que esté donde este, refiriéndome geográficamente y en la línea temporal, ella estará orgullosa de mi, tanto como yo lo estoy de ella. 
Así que rectifico la respuesta a la pregunta que cada año nos preguntaban en primaria, yo no quiero ser astronauta, ni detective, no quiero ser actor ni presidente de los Estados Unidos, yo quiero ser como mi madre. 

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